El cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Los rayos de sol se vuelven menos intensos y los días se acortan. Quizás todavía no has preparado tu casa para los cambios que se avecinan. Hoy te vamos a dar varios consejos para preparar tu casa para el otoño y que se convierta en un refugio cálido y acogedor.
¡Que no se escape el calor!
Tanto la caldera como el resto de la instalación llevan unos meses sin ser usadas, por lo que antes de ponerla en marcha hay que realizar una inspección junto con los radiadores y el circuito del agua. Asegúrate que las ventanas están bien aisladas. En verano, muchas veces el calor puede hacer que ciertos materiales se expandan o desgasten y que pierdan la capacidad de aislar bien y apenas se notan las corrientes de aire que se filtran por los huecos que dejan puertas y ventanas. Pero con la llegada del frío, estas corrientes, además de molestas, pueden afectar negativamente nuestra factura.
Las cortinas tienen también un papel importante más allá de su función estética. Deja las cortinas abiertas para que durante el día entre la luz en casa, y por la noche ciérralas para mantener el calor dentro de casa.
¡Iluminación!
Ahora que nos quedamos sin horas de sol deberás hacer uso de las lámparas de casa. Es momento de adaptar la iluminación de nuestro hogar, para crear un ambiente acogedor. Es la época de disfrutar más dentro que fuera. Disponer de los puntos de luz necesarios con una correcta distribución, sin olvidar el estilo, puede ser la clave para aumentar nuestra sensación de bienestar. Para conseguir una iluminación de otoño que merezca ese nombre, no nos podemos olvidar de las luces cálidas.
¡Textiles!
La llegada del otoño marca el momento ideal para sustituir los textiles de verano por los de invierno. Es hora de sacar las alfombras, que son las encargadas de darle un toque de confort y calidez a tus estancias, las mantas del sofá, los edredones para las camas, etc. Es posible que su uso sea limitado a algunos días o noches de frío, pero cuando lleguen los primeros fríos ya estará todo preparado.
Tampoco nos podemos olvidar del cambio de armario. Aunque quizás es demasiado pronto para sacar la ropa de invierno, lo que sí es seguro es que ya toca empezar a guardar la ropa de verano y dejar prepara la de entretiempo. El otoño se presta a las dudas a la hora de elegir la ropa por la incertidumbre climática, pero siempre es bueno tener a mano la ropa de abrigo por si acaso.